miércoles, 15 de abril de 2009

Blanquita la catalana

Sombra_estenopeica


En cada barrio siempre hay una piba fácil y Caballito no era la excepción. La que hacía gala del dudoso título era “Blanquita” o “la catalana”.
Los vecinos siempre solían verla por Parque Rivadavia. Dicen que le gustaba andar ligera de pilchas y refrescar su figura ante la mirada de todos. Los jóvenes estudiantes y Blanquita parecían tener una mutua devoción. Se comenta que ella no ponía la menor resistencia cuando los muchachos del barrio, ante la vista de todos, utilizaban fibrones para dejar temporal testimonio de su debilidad por las curvas de la catalana. Y para que la impronta tuviese más erotismo aún, decidían dejarla sobre las mismísimas curvas de la señorita. Sin embargo, los actos impúdicos de Blanquita pronto generaron el malestar de los vecinos más puritanos, quienes bajo la tutela del párroco del barrio, decidieron que Blanquita no volviese al parque. Muchos vecinos desconocen qué fue de la vida de Blanquita. Algunos aseguraban haberla visto por “el trocén”.
Fue así que hace pocas semanas me crucé a Blanquita cerca de Retiro. Se notaba que los años le habían pasado factura, pero eso no le impedía lucir su curvilínea figura.
En la actualidad, se la ve sola y amargada. Su audacia es la misma pero en estos tiempos los estudiantes sólo detienen el paso en los kioscos de diarios, donde encuentran mayor atracción en las revistas que muestran fotografías de vedettes de efímera fama.
Para nostálgicos como yo, la pulposa catalana no podía quedar en el olvido, así que aquí les dejo el desnudo artístico estenopeico y “muy cuidado” de Blanquita, la catalana.


*Esta entrada fue creada originalmente para el blog www.tiburonesenlanoche.com.ar quienes amablemente me permiten publicar fotografias en ese espacio.

1 ya comentaron >>>COMENTARIOS AQUÍ<<<:

Fernando Tognis dijo...

Y para finalizar los verdaderos hechos que dieron origen a esta historia...

Fuente de la Doncella o la Catalana (Florida y Av. Santa Fe):

Es una escultura de mármol blanco, realizada por el escultor José Limona Bruguera quién visitó nuestro país en 1925 y fue recibido por los catalanes con una fiesta en el Hotel Plaza y estos le encargaron dicha obra.

Representa a una mujer de tamaño natural inclinada sobre un surtidor del cual recoge agua.

En un primer momento se pensó en colocarla en el Rosedal de Palermo, pero se eligió Parque Rivadavia. Fue inaugurado un 19 de julio de 1931. En 1969 los vecinos del barrio piden su traslado debido a que esta fuente se encontraba entre el monumento a la madre y el templete a la virgen de Luján y como se trataba de una mujer desnuda consideraban inadecuado que se encuentre en este lugar, piden el traslado y luego de evaluar y sugerir diferentes lugares se decide colocarla en esta plaza el 13 de noviembre de 1971, día en que se reinauguró nuevamente.